¿De qué otro lugar podría partir la filosofía si ella nace de una antítesis insuperable y a la que retorna al igual que un Ulises extraño, que jamás alcanza a desembarcar en Ítaca porque su búsqueda se mueve en un plano ajeno a cualquier encuentro, aunque sus trayectos dibujen el mapa de una entera civilización?
Juan Bautista Ritvo