Este es un texto paradójico. A la clásica pregunta ¿qué es la filosofía?, por primera vez un filósofo no responde desarrollando un discurso sobre la filosofía. Incluso confiesa que no sabe de qué está hecha ni en qué consiste. Todo se le escapa – dice -, hasta su funcionamiento. Así, Filosofía: un sueño de apostador es un libro sorprendente. Abre con una partida de póker y termina con una fábula. En el intervalo, el lector encontrará a Parménides, Platón, Aristóteles, Husserl y otros, y volverá sobre grandes maestros de la literatura como Borges o Dante. Verá al filósofo jugando con esas extrañas cartas que son las tesis y concepciones de sus predecesores. Lo verá comportarse como apostador, para admitir, finalmente, que filosofar consiste en poner sobre la mesa preguntas para las que se espera una respuesta, aunque se sabe que la ganancia siempre será nula.