Ficus de Iair Kon es la novela de un proceso de despedida, que toma la forma de la creación y del silencio, oscilando entre la voz propia y la voz femenina de la amada, que cala, como el agujero cuadrado de las monedas del I Ching, en la experiencia del narrador y en sus proyecciones, para señalar el estado de vulnerabilidad que advendrá después de este proceso. Ficus es un libro de una sensibilidad muy fina y de una enorme potencia, en el que las llaves abren y cierran las puertas, indecisas, y el duelo de la pareja habilita a un duelo mayor que es con la muerte, que da espacio, como esos pasajes parisinos aquí recordados, a una lectura del Oráculo, a una profunda intimidad y al vacío. Este libro es una experiencia de umbral y de transformación a través de la escritura.