Diez cuentos necesarios. Desde el sudor, la sangre, el cuerpo y la mente presentes. Los sueños, la rosca, la alegría, el dolor y todo en nombre de hacer un puente hacia lxs demás porque el Negro es eso: el teje.
Escritos en pandemia, “Mis años perros” son diez cuentos a los que se suman otros textos en esta edición. En todos aparece algo especial: la acumulación de voces propias, de lxs otrxs, del momento colectivo. Desde ese lugar nos habla el texto. El tiempo fundamental de lo cotidiano, la experiencia que nos sitúa. Un ejercicio de sacar la voz para encontrarnos en las grietas, sostenernos, reconocernos, y también decirnos que no, rompernos, morir, volver a confiar. Ese es el corazón que late en cada uno de los relatos.